domingo, 10 de enero de 2016

La mochila del Chef Karamelo




Como buen Chef que se precia de serlo, sus Majestades me han traído nuevas vitaminas para preparar relatos vigorizantes, pero ante todo vienen cargados de ideas, ideas de esas que nacerán al abrigo de mi gorro de Chef para que mis manos mezclen, amasen, separen, corten, peguen, dibujen con perfecta digitación la obra de arte, a punto para ser leída y degustada en los escondites de tantos paladares.

Por si fuera poco, aún hay más. ¿Recuerdan que les pedí que retiraran de nuestras mochilas aquello que nos sobra? Conmigo no han tardado. Reconozco que fue tan grande la impresión que incluso estuve unas horas en estado de shock: los Sabios Magos no me trajeron como a tantos de vosotros un móvil nuevo, no, a mí me lo han retirado, pasó a mejor vida sin previo aviso, como una verdadera muerte súbita. No hubo tiempo de despedidas, ni de dejar memorias vacías, no hubo tiempo de clamar a esos pajes de última hora que pasean a nuestro lado, que necesitaba uno nuevo. No.

Y cuando iba a correr para adquirir con urgencia un sustituto en las interminables colas de las tiendas de telefonía móvil que se organizan en estos días de devoluciones masivas, (no sé si es que no acertáis o se meten intereses de por medio que nada tienen que ver con vuestra magia) me di cuenta que este era un regalo vuestro, muy, pero que muy especial. Elegíais para mí retirar de mi mochila el TELÉFONO MÓVIL. Aún no entiendo la profundidad de este regalo, pero estoy disfrutando del placer de la incomunicación inmediata wasepeada y, aunque localizada para el mundo, porque habéis puesto un móvil vulgar a mi disposición, de esos que no saben hacer nada de nada, excepto darte alas de silencio y libertad. Sí, han pasado cuatro días sin que tenga un teléfono guachipilongui y no me ha dado un patatús, será por el exceso de vitaminas con las que habéis cargado mis zapatos.

Ya vendrá el móvil nuevo, sé que ya lo habéis elegido para mí y me está esperando sin prisas, sin sobreesfuerzos. Pero ante todo, cuando él llegue, espero saber dejar fuera lo que me sobra, que debe de ser mucho, ante vuestra contundencia. Y yo que creía que estos aparatos nos aligeraban la existencia…

Gracias de nuevo,

El Chef Karamelo Von Appetite (sin cargas adicionales)

martes, 5 de enero de 2016

Los Sabios siguen la Estrella...



Queridos Reyes Magos,
Os pido que traigáis a cada uno lo que quiera, sí, sí, eso que no nos atrevemos a decir en alta voz pero que hace burbujear a nuestr@ niñ@ interior y solo vosotros conocéis.
¡Ah! Y muchas gracias porque en el uso de tan fascinante facultad mágica, seréis capaces de retirar de nuestras mochilas todo lo que nos sobra.
Que cada ser humano sea inmensamente feliz esta noche al saberse querido por Los Sabios Magos.
Os quiero,
PD: No me importa vuestro género.