lunes, 26 de noviembre de 2012

CASTELLERS



Hola amigos:
EL chef Karamelo Von Appetite os saluda. 
Os traigo un nuevo cuento con Vitamina " C" para que entre todos podamos construir Castillos repletos de valores humanos... 


CASTELLERS


 
                             Ilustrador: Hervé Alústiza


La familia Ripoll- Bosch vivía en Vilafranca del Penedés. Se dedicaban al cultivo de la uva, una variedad exquisita con la que se elaboraba uno de los mejores vinos de la comarca. Desde muy pequeños  ayudaban entusiasmados en todas las tareas.
Formar parte del cultivo de la vid en familia era un privilegio, como lo era también pertenecer a una colla[1] de castellers.[2] El clan al completo pertenecía a  la Colla del Bruc de Villafranca, coincidiendo desde hacía cinco años tres generaciones. El abuelo Bernat, su hijo Xavi y sus cuatro nietos mayores habían sido anxanetas[3], todos poseían agilidad y ligereza. Sólo así se logra trepar por la torre humana, llegar hasta el último piso, levantar el brazo y bajar. Los anxanetas son como monos de la selva que suben seguros hasta la copa, y el tronco apenas se entera.
Los más pequeños deseaban con todas sus fuerzas que llegara el 30 de agosto, día de la fiesta grande. En invierno entrenaban una vez por semana y desde el comienzo de la primavera dos veces.
Pau[4] era el menor de cinco hermanos. Creció entre uvas de colores y torres humanas, miraba con admiración a su familia y quería ser como ellos;  pero lo que más deseaba en el mundo era ser anxaneta. Con tan sólo seis años Pau comenzó a entrenar con otros niños dirigidos por el antiguo cap[5] de la colla.
-              ¡Chicos, vamos a intentarlo! Pau y Joan abajo, los otros dos arriba.
-              ¡Y unas uvas de la China…!
-              ¿Qué quieres, Pau? ¿Uvas de dónde?
-              Uvas de la China, ¿y qué? - dijo Pau mientras golpeaba con fuerza su talón en el suelo y se cruzaba de brazos enfurruñado.
-              Ahhh,  esto es que te plantas  y, ¿se puede saber por qué? Yo creía que estabas encantado de ensayar para ser miembro de esta colla.
-              Quiero ser anxaneta y no lo conseguiré si me quedo abajo.
-              Está  bien, Pau, ya sabes,  unas veces toca abajo y otras arriba.
-              Y una uva china apachurrada, eso me dijiste  el día antes de ayer y el que viene antes del de antes y aquel día hace muchos, delante del de antes del de antes… y yo mientras esperando trepar un día, aunque sólo sea uno.
-              Pau, no te enfades, a mí me gusta que estés abajo, nunca nos caemos porque eres muy fuerte - dijo su compañero de fatigas.
-              ¡No se hable más! Pau, ahora te toca abajo, luego si nos da tiempo, arriba.
-              Espero que te gusten las uvas chinas apachurradas y podridas.
Pau dejó al cap imaginando la papilla de uvas chinas apachurradas y podridas. Llegó a casa y le dijo a su hermano Miquel que practicaran juntos.
-¿Se puede saber qué haces en los entrenamientos? Apenas progresas...
- Pero, ¡cómo quieres que trepe si siempre me quedo sujetando a los demás!- dijo chillando.
Cuando salió por su boca el enfado, se quitó un gran peso de encima.
¡Uffff! Ahora se sentía más ligero. Fue entonces cuando rompió a llorar.
Pau tenía un aspecto robusto, sus brazos, su tronco y su cuello eran tremendamente sólidos. La abuela Carma solía decir que Pau era físicamente opuesto a sus hermanos; su madre le contestaba que con el tiempo se estilizaría; pero los años pasaban y Pau cada vez era más ancho…
Miquel le miró con ternura, en un minuto comprendió lo que pasaba. Con el aspecto de Pau, era difícil imaginar que pudiera ser un buen anxaneta.  Entonces, le dijo:
-              Si tú no te rindes, yo tampoco. Lucha por lo que quieres, y  luego acepta relajadamente lo que venga. Pau, tú eres muy fuerte y podrías tener otras funciones importantes en la torre.
-              Ya estamos con el sermón de siempre, ¡y unas uvas chinas! Que yo quiero ser anxaneta.
-              Vamos a practicar y, por favor, no dejes de ir a los ensayos.
-              ¡Marchando una de uvas pasas para todos!
Pau practicó día y noche, noche y día, con uvas de la China apachurradas y podridas que poco a poco se convirtieron en uvas dulces caramelizadas. Tanto, tanto que, logró mejorar su agilidad, escalando de una forma asombrosa.
La tarde previa al día de la selección de puestos, fue el abuelo Bernat quien tomándole de la mano le llevó a dar un paseo por su viña preferida, la más  pequeña de la finca.
-              Pau, ¿sabes por qué esta viña es mi favorita?
-              No.
-              Porque fue la primera, la que más me costó sacar adelante. Son las mejores uvas con las que hacemos un vino gourmet del Penedés. Cada botella de vino de esta variedad se vende con dos años de antelación. Es un vino que sabe a esfuerzo compartido en familia.  Siento lo mismo en la colla que cuando cultivo la viña.
-              ¡Requeteuvas! Por eso yo ya quiero ser mayor, para hacer todo lo que tú haces, abuelo.
-              Yo fui anxaneta y me encantaba llegar ligero a lo más alto de la torre. Durante todo el recorrido iba dando las gracias a cada  uno de los castellers. Todos son necesarios y admiro mucho a los que son fuertes, gracias a ellos se sostiene la fortaleza humana.
-              ¡Uvas!... no sé cómo, porque el que se ha quedado apachurrado he sido yo. ¿Me estás diciendo que ser pilar… me estás diciendo que ser así como yo soy, es bueno…?
-              Pues claro.
-              ¡A la rica uva! Nunca había pensado que fuera una suerte ser así, todos los niños se pelean porque sea yo el que les sostenga.
-              Pau, agradece desde ahora el puesto que te corresponda mañana. Te lo aseguro, será lo mejor para ti y para la colla.

A la mañana siguiente, Pau se levantó tranquilo, caminó junto a su padre hacia el edificio de Castellers de Villafranca y esperó con paciencia el veredicto. Cuando le nombraron, alabaron su fuerza y le eligieron  base de los castellers infantiles. Pau sonreía abrazado a su padre mientras guiñaba el ojo a su abuelo. Lo que todavía no sabía Pau era que gracias a su fuerza, con 20 años formaría parte del primer castillo de 10 pisos. Pero eso Pau, aún no lo sabía.





[1] Colla: grupo
[2] Castellers: persona que forma parte de una colla de castellers para formar castells (castillos). Es el nombre de una tradición típica de ciertas comarcas de Cataluña, consistente en levantar torres humanas de varios pisos de altura.
[3] Anxaneta: niño o niña que corona la torre humana que forman los castellers
[5] Cap: capitán.