domingo, 25 de marzo de 2012

EL LIBRO DE LA SELVA de Rudyard Kipling

Este fin de semana viajé a Londres.
Allí tuve la oportunidad de visitar el lugar donde está enterrado Rudyard  Kipling,  uno de los padres de la literatura para niños. Nace en Bombay (India) en 1865 y muere en Londres en 1936. A los seis años es enviado a Inglaterra donde estudia con su hermana menor en un hogar social. Allí permanece hasta los doce años. Vivió una infancia triste y solitaria como él mismo expresa en sus libros.Viajó por el mundo trabajando como periodista y escritor. Rechazó muchos de los premios que se le otorgaron y sólo aceptó el Premio Nobel de literatura en 1907.
El Libro de la Selva ( The Jungle Book) reúne cuentos escritos previamente y publicados de forma independiente. Rudyard no es un autor infantil, pero los temas y la forma de abordarlos hace que hoy sea leído por niños. Es pionero en escribir sobre mundos exóticos, con animales perfectamente caracterizados que se presentan al lector como algo real y verosímil. Es original e imaginativo. La estructura de los relatos un tanto caótica se perdona por la maravillosa historia que cuenta, con descripciones geniales de los animales que huyen de los estereotipos de las fábulas.No idealiza la selva, habla con naturalidad de sus peligros y muestra historias en las que el bien vence a pesar de todo.
En el primer cuento del  Libro de la Selva, habla de un niño que no se siente de ningún mundo, como le ocurría a Kipling. Pero que, cuando se aproxima a ese ambiente nuevo ( el mundo de la selva - el mundo de los humanos), trata de mimetizarse con el nuevo entorno. El autor describe de forma magnífica el instinto maternal (no biológico) de la loba hacía Mowgli; ese amor materno que protege siempre. Después relata historias en las que continua trabajando el amor y respeto por la naturaleza.
Es un libro que ha tenido tal impacto que estamos rodeados de " sus descendientes":  Tarzán,  El Rey León,  La edad de hielo, podemos considerarlos "hijos" de Kipling.
La ley de la selva será en El Rey León, el ciclo de la vida.
Os animo a leer este libro tan precioso. Os recomiendo la edición de Anaya de 2011. La presentación y apéndice son de Luis Rafael , un gran autor de literatura infantil y juvenil. Si conseguís este ejemplar comenzad leyendo el apéndice, escrito en primera persona de una forma tan original, que te llega directamente al corazón. Logra actualizar un clásico unificando todos los cuentos pues  hace participar a la mayor parte de sus personajes conocidos y no tan conocidos.
Espero que disfrutéis de su lectura. Está lleno de enseñanzas para niños y grandes, pero de una forma natural y amena.
Es un libro lleno de vitamina "N" de Naturaleza, porque todo el que lo lee sólo querrá, trabajar para cuidar y proteger a nuestra madre Naturaleza.
Un abrazo de vitamina "N"

El Chef Karamelo Von Appetit

miércoles, 7 de marzo de 2012

LA TELARAÑA MÁGICA


Queridos padres, madres, niños, niñas, tíos, tías...os he preparado un suculento cuento cargado de la vitamina "T" (Telaraña) , no se come, ni se bebe, se toma , pero de otra manera....
Dedicado con mucho cariño a chicos con TEA ( Trastornos del Espectro Autista) , sus familias, amigos y profesionales que con tanto cariño, trabajan con ellos.


LA TELARAÑA MÁGICA

Al escarabajo Paradín no le gustaba hacer casi nada, para él todo era un aburrimiento. Todo, menos mirar.  
Mirando se le pasaban las horas, los días, las semanas y los años.
 Fue así como descubrió  a una araña que vivía en la barandilla que rodea el estanque del Retiro. Era una araña de colores y parecía altamente peligrosa, nadie sabía su nombre, pero en el parque se la conocía como Autis.
Paradín nunca había visto nada igual y eso que había observado a muchas arañas. Autis era capaz de bailar al ritmo de las variadas músicas que suenan durante el día en el Retiro, movía sus patas como si tocara la batería y caminaba con la elegancia de una top- model sobre su tela de araña.
Un día Paradín se acercó a Autis, pero la araña  continuó con sus tareas como si su visitante no estuviera.
El escarabajo no entendía las habladurías sobre su peligrosidad. Nunca la vio comerse a nadie.
Llegó  a pensar que era ciega porque,  cada día se  acercaba más y más y la araña parecía no reaccionar. Hasta que  lo descubrió: Autis no tejía telarañas normales, no. Eran telarañas con los paisajes del parque: árboles, gente bailando, las  barcas, el monumento a Alfonso XII…
El escarabajo corrió a decírselo a todos. Poco a poco fueron llegando los curiosos. Paradín  explicaba  las composiciones de la tela de araña mientras  Autis seguía haciendo su tarea. El tejido  del arácnido era como el telón de un teatro que colgaba de las ramas de los árboles.
Un día Paradín se atrevió a entrar en los dominios de Autis. La telaraña  era preciosa, elástica, le hacía saltar, bailar, jugar, dar vueltas en el aire.
El escarabajo disfrutaba en la telaraña mientras  aprendía los ritmos que Autis realizaba con sus patas.
Incluso  llegaron a bailar juntos hip-hop.
Los animales del parque murmuraban, no entendían cómo Paradín había salido de su letargo.
La hormiga, el murciélago y la mariposa también se atrevieron a pasear por la tela de araña.
La hormiga volvió llena de ideas a su hormiguero, el murciélago voló desde entonces durante el día y la mariposa  comenzó  a hacer cosquillas con sus alas.
En el Parque del Retiro hay una telaraña mágica.